Puede que para ti irte de vacaciones sea una manera de disfrutar y de recuperarte del estrés diario. Muchos vivimos nuestras vidas de un lado para otro, con el teléfono pegado a la oreja todo el día, con los problemas que salen a diario…. Pero ni siquiera pasar todo un mes en una isla tropical puede compensar la cantidad de estrés a la que te sometes durante el resto del año.
Para ello os recomiendo la Meditación.
Las últimas investigaciones han demostrado que la meditación supera de hecho en efectos positivos a las vacaciones. En primer lugar, la meditación ayuda a nuestro sistema inmune. Además, la gente que medita diariamente está menos estresada y más preparada para lidiar con situaciones difíciles. Experimentan menos emociones negativas, son más compasivas y tienen más probabilidades de estar de buen humor. Ni siquiera tienes que meditar durante mucho tiempo: solo unos minutos al día son suficientes para empezar a sentirte más calmado.
TÉCNICA DE RELAJACIÓN:
Quédate en casa: ¿Y si te sintieras más relajado sin irte de vacaciones? Olvídate de hacer las maletas, no perder el tren, el autobús o el avión. Lo único que necesitas para lograr el efecto vacacional definitivo es meditar durante un rato.
Imagina que eres un turista de paseo por tu mente, que observa tus pensamientos. Ten a mano un cuaderno donde puedas apuntar cualquier idea interesante que pueda surgirte: esas perlas que solo descubres durante unas mini vacaciones.
Sal, ejercita cuerpo y alma mientras caminas por una zona que conoces bien, como si lo hicieras por primera vez.
Encuentra un cojín o una silla para meditar, donde puedas sentarte recto y crear un entorno relajado o usa estos consejos para crear tu propia sala de meditación.
1. Elige un lugar que te llene de felicidad
2. Personaliza tu sala de meditación y relaja los sentidos
3. Muestra tus accesorios de meditación
4. Transporta el exterior al interior
La meditación afecta a tener mejor enfoque, atención, Menos Ansiedad, Más creatividad, Más compasión, Mejor memoria, Menos estrés, Más materia gris
Para variar un poco tu rutina de meditación, puedes probar un ejercicio de visualización:
Cierra los ojos e imagina que estás en una isla tropical, en un precioso bosque o en un jardín japonés donde el aroma de las flores del almendro flota en el aire.
¿Quieres un rostro que refleje lo relajado que te sientes? Usa una máscara fría para los ojos durante el ejercicio de visualización. No solo te sentirás como nuevo, relajado y cargado de energía, sino que tu rostro contará la misma historia.