Tómate tu tiempo; tomarse el tiempo necesario para tomar la
decisión, peor dentro de unos márgenes adecuados, para dar el paso y exponer a
la otra persona nuestra decisión o preocupaciones, quizás nos precipitamos a
veces por una discusión o no intentamos poner en marcha recursos para
solucionar problemas y esto nos lleva a hacer las cosas rápido, mal y de una
forma más dañina.
Sé sincer@, con todas las consecuencias; no dar señales
erróneas si ya nos ronda en la cabeza que la relación que mantenemos no es del
todo lo que esperábamos o podría mejorar en muchos aspectos. Muchas veces por
miedo a hacer daño o a no llevar la contraria ponemos por delante la sensación
de satisfacer al otro y no dejamos ver nuestros puntos en contra de cómo van
las cosas, detalle que nuestra pareja tiene todo el derecho a saber pero
ninguna obligación a adivinar.
Una vez decidido, no des marcha atrás; hay que ser claro,
sincero y consecuente una vez tomemos la decisión, debemos pensar bien en todo
lo que conlleva abrir la veda de comentar con nuestra pareja que no estamos
bien en la relación por el motivo que sea ya que esto dará lugar a
inseguridades y temor por la otra parte, cuanto más claros seamos y menos
tiempo dure esa duda más protegemos a esa persona de que sufra y pasarlo mal
nosotros mismos.
No utilices tópicos, elegir siempre la sinceridad y el
respeto como vía para exponerle a nuestra pareja que queremos romper esa
relación, mostrar empatía, tenemos que
ser concisos y claros, plantear los motivos por lo que la balanza ya no tiene
resultado positivo y con ello hacerle llegar los razonamientos que quizás la
otra parte ni se había planteado y le pueden llegar a ayudar en futuras
relaciones.
Asumámoslo, habrá sufrimiento; es importante quitarnos de la
cabeza la falsa expectativa de no hacer daño, siempre lo haremos, como no lo
estamos haciendo a nosotros mismos. Dejar una relación y darnos cuenta de que
los caminos entre dos personas, aun poniendo todo de nuestra parte, se bifurcan
siempre es duro. Podremos tener todo el cuidado del mundo y con ello proteger
al otro y nosotros mismos, pero el sufrimiento siempre vendrá en menor o mayor
medida de la mano de la sensación de que estamos tomando una decisión que
esperamos que sea la correcta y puede que no sea por el bien de los dos sino
sólo del nuestro propio, motivo más que de sobra para no alimentar una relación
en la que no estaremos al 100%. Una ruptura nunca es fácil, y aún siendo tú la
que decide poner fin a la relación también lo pasarás mal. Superarlo es
cuestión de tiempo. Intenta pasar tiempo con tus amigas, salir, despejar la
mente, ir al cine, de compras, etc.
No hay comentarios:
Publicar un comentario