No busques a tu alma gemela, deja de preocuparte por
encontrar el verdadero amor.
No busques, porque vendrá en el momento menos esperado,
sacudiéndote el piso y las memorias. Te abrazará tan fuerte que olvidarás el
tiempo ausente y de un suspiro detendrá tu corazón. Te dará en un beso todo el
cariño y la ternura que guardó sólo para ti, y podrás reconocer dentro de lo
imposible, sólo las posibilidades más hermosas.
Deja de buscar con afanes, pues cuando llegue no habrá marcha
atrás- Puede pasar casi una vida, pueden haberse roto tus ilusiones, puedes
tener incluso una familia, una vida hecha. Y entonces llegará. Sin importarle
tu edad, tu condición, tu apariencia.
Porque ella sólo recordará tu alma y regresará al tiempo que
te prometió sanar a tu lado, reencontrarse y amarse aún en las adversidades.
No puedes ir contra el destino o romper promesas de vidas
atrás, no puedes siquiera imaginar que eso no es para ti, que ese día nunca
llegará o que no lo mereces.
Ten y toma paciencia que cuando vuelva para decirte todo lo
que ha pasado y esperado por ti, no habrá dolor, no habrá angustia, no habrá
ausencia que no haya compensado la soledad antes vivida.
No la busques, deja de insistirle a la vida con impaciencia
y amores efímeros. Cuando llegue sólo podrás abrir tus brazos, sonreír,
recibirle, compartirle y amarle con locura.
No importa si el reencuentro dura un momento, o una vida
más, la espera no habrá valido la pena, habrá valido el amor.
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